Book Description

Mandala para colorear 50 mágicos mandalas a colorear para todas las edades con múltiples beneficios: relajación, concentración, cura de enfermedades, regeneración psicológica, meditación, orden y armonía. El mandala es un instrumento capaz de influir en el bienestar general de una persona gracias a su forma circular antigua y acogedora. Es una expresión artística, pero al mismo tiempo, un medio poderoso de regeneración psicológica y por esta razón se utiliza en la meditación y en las medicinas tradicionales donde el estado de buena salud de una persona se mide con el bienestar general que depende del equilibrio. de mente, cuerpo y espíritu.Su forma circular y la presencia de un centro (al cual llegar o desde donde comenzar) son el símbolo de la presencia del hombre en el universo. Y el mandala ofrece a todos la posibilidad de poner orden y armonía en esta ilustración del cosmos según su propia visión personal. Estimula la creatividad y libera energías positivas que influyen beneficiosamente en la psique de la persona. Se ha observado en varias ocasiones que durante la coloración de un mandala la atmósfera se relaja y la concentración aumenta de forma natural y sin esfuerzo. La acción de colorear cada parte del Mandala es la actividad principal con la que cada uno puede medirse sin preconceptos y sin ansiedad. Y este aspecto hace que el mandala sea una herramienta educativa muy útil incluso en las escuelas, especialmente donde hay estudiantes que sufren trastornos de concentración.La práctica del mandala tiene raíces antiguas y puede ser realizada por cualquier persona con gran beneficio. Debido a que mueve energías profundas, es necesario respetar cierta ritualidad y tener la conciencia de no ser un psicoterapeuta. El mandala tiene un valor universal y puede interpretarse de tantas maneras como personas, historias personales, estados de ánimo y experiencias emocionales ... pero los mejores son nosotros mismos.Antes de comenzar a teñir, no es necesario organizar una vigilia como la de los monjes tibetanos, ni siquiera planificar una ceremonia de curación como la de los navajos (generalmente dura nueve noches y corremos el riesgo de poner a nuestros vecinos nerviosos con canciones de cuna e incienso). !) pero al observar estos ritos, algunas sugerencias y algunos principios se pueden heredar y volver a trabajar para adaptarlos a nuestro presente.Sumergirnos en el mandala nos permite redescubrir la unión primordial con la naturaleza y con los elementos que la componen, que son parte de nuestro ser y que a menudo nos quejamos de haber perdido en nuestras vidas diarias.No existe una técnica única: la respiración profunda, el yoga, cerrar los ojos o recitar un mantra son igualmente válidos. El propósito es separarnos por unos momentos de la actividad racional rutilante e incesante y entrar en el espacio del alma. Una vez que se haya hecho esto, se dará el visto bueno para el viaje en el mandala que se coloreará como mejor nos parezca y con las técnicas que queremos sin límites y sin restricciones para nuestra creatividad e imaginación.El mandala no miente. Deja que tu instinto fluya y tu actividad sea placentera, no busques la perfección porque cada mandala en sí mismo es perfecto si se hace con autenticidad. No insista con un color si siente una cierta incomodidad y si esto sucede, pregúntese por qué, pero complacerá su creatividad y será mucho más sereno y divertido. Porque el Mandala es también un juego.