Book Description
¿Es posible volver a ser feliz después de haberlo perdido todo? Sí. De una y mil maneras, y nunca de la misma. Tan solo depende de ti que así sea. Es la idea que nos queda después de leer el conmovedor testimonio de esta joven madre a quien le descubren un cáncer de mama dos meses después de separarse y con una niña de cinco años. Una década antes había perdido en accidente a sus padres y a su hermana. La resiliencia, esa capacidad de sobreponerse a las situaciones traumáticas, marcará la vida emocional y física de Annabel, quien afirma que «el duelo me enseñó a valorar y el cáncer me enseñó a vivir». La fundadora del grupo y proyecto solidario Las Chutegirls no dejará indiferente a nadie. Fruto de sus experiencias vitales, nos invita a buscar la felicidad en las pequeñas cosas del día a día, en detalles tan banales como importantes. Porque lo mejor no está por llegar, sino ocurriendo ahora, en este precioso instante. Cuatro segundos, tres sílabas y un suspiro: «Es cáncer», confirmó la doctora. El diagnóstico retumbó en la sala del hospital como la peor de las noticias. La autora de este libro recuerda la sensación de bajar de nuevo al infierno, ese que años antes había visitado cuando perdió a su familia en la carretera. Decidió pintarse los labios de pasión y calzarse de valentía. Subida en sus tacones de siete centímetros y con el rojo como actitud, se enfrenta al cáncer de cara, descubriendo que la vida sigue siendo vida aunque sea calva. En estas páginas en las que nos cuenta su historia, nos hace llorar, emocionarnos y también reír con su manera de luchar contra la enfermedad y afrontar la vida a partir de entonces. Es el diario de vida de una resiliente en el que las cicatrices emocionales superan a las físicas; una apuesta por la actitud y perspectiva frente a la realidad; un camino de piedras que nos conduce a la meta, en el que cada paso cuenta, suma y nos enseña.