Book Description
Este libro entiende el paisaje como la "percepción polisensorial y subjetiva de la expresión externa o imagen que transmite el sistema territorial". Se trata, por tanto, de una relación: la que se establece entre un elemento objetivo, la imagen del territorio, y sus observadores potenciales.El carácter subjetivo de tal relación supone una enorme dificultad para insertar el paisaje, técnicamente, en los procesos de toma de decisiones asociados a la formulación de los instrumentos de planificación del desarrollo: políticas, planes, programas, proyectos e instrumentos de gestión ambiental.La importancia de tal inserción se justifica porque el paisaje se planifica y gestiona, fundamentalmente, a través de esos instrumentos, aplicados de forma específica al factor paisaje o integrándose con otros factores territoriales en instrumentos de carácter integral o sectorial.El libro proporciona una respuesta técnica a dicha dificultad: una metodología conformada por una secuencia lógica de tareas concatenadas a través de las cuales se produce tal proceso de inserción, y las técnicas para elaborar cada una de dichas tareas. T.H. Huxley afirmaba que ciencia es "el sentido común organizado"; sobre esta idea la metodología que se expone no es otra cosa que un intento de organizar el sentido común para analizar, diagnosticar e insertar el paisaje en la formulación de políticas, planes, programas y proyectos.La metodología se expone de forma sintética en el capítulo IV y se desarrolla detalladamente en los capítulos V al IX que se suceden paralelamente a las fases y tareas del diagrama de flujos que la representa. Los tres primeros capítulos, introductorios a la metodología, presentan, respectivamente, el concepto moderno de paisaje, los procesos de formación y degradación, determinantes de su evolución, y el marco legal e institucional que regula su gestión. El capítulo X se destina a la recuperación de paisajes degradados y el XI, el último, trata específicamente, a modo de epílogo, el paisaje urbano. Cierran el libro dos apéndices que presentan sendos ejemplos significativos que muestran la aplicación práctica de la metodología.La metodología se estructura en tres bloques de aproximación sucesivos: el primero presenta los denominados elementos primarios de la percepción: de la imagen objetiva (forma, textura, elementos humanos, etc.) y de los perceptores; el segundo se destina a los elementos de percepción elaborados para el diagnóstico: base paisajística, su carácter y valor, y la visibilidad e intervisibilidad del territorio; el tercero avanza hasta concretar los elementos de percepción para la decisión: fragilidad del paisaje y capacidad de acogida para las actividades humanas, que suponen un último nivel de elaboración que permite insertarlos fácilmente en la formulación de propuestas del instrumento que se elabora. La metodología y las técnicas que la conforman, se han ido desarrollando a través de numerosos trabajos profesionales, se han difundido y contrastado en diversos foros técnicos y se han aplicado con éxito en la elaboración de múltiples planes y proyectos, lo que las dota de alta solvencia técnica. En un sugerente prólogo, Teresa Villarino, señala la importancia de lo subjetivo y de la acción, cosa que ironiza Mingote en un chiste en el que dos paisanos paseando por un desolado paisaje comentan: Antes había muchos árboles, pero los quitamos porque, además de que los árboles no dejaban ver el bosque, el bosque no dejaba ver el paisaje.